Obreros y estudiantes, con José Antonio y adelante

Un puñado de trabajadores, obreros y jóvenes estudiantes, constituyen las primeras y valerosas firmas (algunas llegadas desde el otro lado del Atlántico) recogidas en el Manifiesto por la Libertad de José Antonio.

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Desempleados, amas de casa, universitarios y bachilleres, obreros de la construcción y peones del campo, pensionistas, colaboradores de ONG's, sindicalistas... la España auténtica está con el José Antonio auténtico, el que, dirigiéndose al proletariado sobre la sinceridad de las propuestas revolucionarias del NacionalSindicalismo, les decía que "si os engañamos, alguna soga hallaréis en vuestros desvanes y algún árbol quedará en vuestra llanura; ahorcadnos sin misericordia; la última orden que yo daré a mis camisas azules será que nos tiren de los pies, para justicia y escarmiento".

Una justicia y un escarmiento que no conocieron quienes usurparon su nombre y el de su Falange para hacer la contrarevolución y afianzar el capitalismo en nuestra Patria.

Y, a pesar de la falsificación, a pesar de las traiciones de quienes le conocieron y escucharon sus palabras, a pesar de las imitaciones baratas que surgen hoy en día, los trabajadores siguen apostando por la vía del sindicalismo revolucionario y reclamando el fin de los fraudes sobre José Antonio y la Falange.

Por ello nadie que se sienta falangista, nadie que aspire a una España unida y armoniosa, nadie que apueste por la emancipación del proletariado de las cadenas del capitalismo, nadie que reivindique una democracia auténtica, política, social y económica puede quedarse al margen de esta audaz iniciativa que nos propone Falange Auténtica.

Es el momento de que cada uno de nosotros participe en el rescate de José Antonio y en el de sus banderas de las manos de su peor enemigo: el que sigue teniendole secuestrado en naftalina, con la máscara grotesca de la reacción derechista y bajo estandartes que solo simbolizan el odio y el rencor; en ningún caso la esperanza y la grandeza.

Ahora ya José Antonio es del pueblo y no de los impostores. Independientemente de siglas, de viejas rencillas o afanes de protagonismo van a quedar retratados los audaces frente a los pusilámines, los revolucionarios frente a los reaccionarios, los auténticos frente a los impostores.

José Antonio Primo de Rivera nos convoca al resurgir de una Falange "sin conservantes ni colorantes".

Y tú ¿a qué estás esperando?