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Voy a contarle antes a Vuestra Majestad algo que no me atrevo a introducir en el libro sin consultárselo. Conocía yo a un funcionario de la Wilhelmstrasse, que intervino en la conferencia de Hendaya; después le traté y me contó que, cuando estaban haciendo gestiones para ver cómo liberaban a José Antonio, se habló de que la tripulación de un buque alemán que se hallaba en Alicante podía, dándole un millón al director de la cárcel, simular un motín o algo por el estilo y José Antonio salir pitando y refugiarse en aquel buque... Ese era el plan que tenían, según parece, Aznar y algún otro falangista...
JUAN DE BORBÓN _ Algunos de eso rumores también nos llegaro a nosotros. Mi madre me habló a mí porque había acudido a ella la familia Primo, a ver si podía hacerse algo. Yo tenía buenos contactos con la Marina inglesa, y desde allí me dijeron: "Basta que haya luz verde del lado nacional. Nos personamos en Alicante con nuestros marineros, sacamos a José Antonio y no pasa nada,"
Miguel salió de esa forma.
P.S. _ De manera que se pudo... y eso se lo ofrecían los de la Marina.
J.de B._ Yo busqué la manera de que me lo ofrecieran, pero querían luz verde, y no conseguimos que nos la dieran. Llegó a decirse que hubo un telegrama. Yo no tengo el tal telegrama, aunque sí me comunicaron el texto: "No interesa, no interesa", así, repetido.
P.S. _ Pues eso mismo me contó a mí el funcionario alemán, que cuando consultaron por telegrama al Cuartel General de Salamanca, la respuesta fue: "No interesa". De manera que que queda claro es que Franco no tuvo interés en salvar a José Antonio. Dejó que lo fusilasen. No movió un dedo.
J. de B. _ A mi no me gusta decir que tuvo interés en que lo fusilasen; pero que no quería que incordiarse en Burgos, eso es seguro.
P.S. _ No le querría. No le quería al lado.
J. de B._ Efectívamente, no quería tenerle a su lado. Nunca le quiso; tú lo has vivido. Cuando las elecciones últimas, José Antonio no quiso ir con Franco en la misma candidatura, aun a costa de quedarse sin acta. Tampoco Franco le quería, en absoluto. Y, además, era tan falangista como yo chino.
(...)
P.S._ Se ha dicho también, en algunos libros que he leído, que intervino Alfonso XIII, cerca de Blum, el ministro socialista francés que, no sé por qué, sería amigo de él o le conocía.
J. de B._ Quiñones de León, por supuesto, le conocía mucho.
P.S._ ¡Ah, sería por ahí! Rey, Quiñones, Blum.
J.deB._ Quiñones conocía muy bien a Blum, lo mismo que a Briand; eran íntimos, amigos del colegio.
P.S._ Puede entonces decirse que, vía Quiñones, Alfonso XIII intervino; influyeron también la Reina Victoria Eugenia y Don Juan en los elementos de la Marina inglesa, que hubieran hecho por José Antonio lo que se hizo por Miguel...
J. de B._ ... quien salió después, perfectamente, en esa misma forma: en un barco inglés, vestido de marinerito.
P.S._ Lo que pasa es que Miguel no estaría preso.
J. de B._ Estaba preso también, y además en la misma cárcel.
"Un reinado en la Sombra"
Pedro Sainz Rodriguez
Ed. Planeta, 1993 pp 277-278
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PEDRO SAINZ _ Aquí hay otro tema a despejar: Gestiones en favor de la liberación de de José Antonio, cuando se encontraba preso en la cárcel de Alicante...
Voy a contarle antes a Vuestra Majestad algo que no me atrevo a introducir en el libro sin consultárselo. Conocía yo a un funcionario de la Wilhelmstrasse, que intervino en la conferencia de Hendaya; después le traté y me contó que, cuando estaban haciendo gestiones para ver cómo liberaban a José Antonio, se habló de que la tripulación de un buque alemán que se hallaba en Alicante podía, dándole un millón al director de la cárcel, simular un motín o algo por el estilo y José Antonio salir pitando y refugiarse en aquel buque... Ese era el plan que tenían, según parece, Aznar y algún otro falangista...
JUAN DE BORBÓN _ Algunos de eso rumores también nos llegaro a nosotros. Mi madre me habló a mí porque había acudido a ella la familia Primo, a ver si podía hacerse algo. Yo tenía buenos contactos con la Marina inglesa, y desde allí me dijeron: "Basta que haya luz verde del lado nacional. Nos personamos en Alicante con nuestros marineros, sacamos a José Antonio y no pasa nada,"
Miguel salió de esa forma.
P.S. _ De manera que se pudo... y eso se lo ofrecían los de la Marina.
J.de B._ Yo busqué la manera de que me lo ofrecieran, pero querían luz verde, y no conseguimos que nos la dieran. Llegó a decirse que hubo un telegrama. Yo no tengo el tal telegrama, aunque sí me comunicaron el texto: "No interesa, no interesa", así, repetido.
P.S. _ Pues eso mismo me contó a mí el funcionario alemán, que cuando consultaron por telegrama al Cuartel General de Salamanca, la respuesta fue: "No interesa". De manera que que queda claro es que Franco no tuvo interés en salvar a José Antonio. Dejó que lo fusilasen. No movió un dedo.
J. de B. _ A mi no me gusta decir que tuvo interés en que lo fusilasen; pero que no quería que incordiarse en Burgos, eso es seguro.
P.S. _ No le querría. No le quería al lado.
J. de B._ Efectívamente, no quería tenerle a su lado. Nunca le quiso; tú lo has vivido. Cuando las elecciones últimas, José Antonio no quiso ir con Franco en la misma candidatura, aun a costa de quedarse sin acta. Tampoco Franco le quería, en absoluto. Y, además, era tan falangista como yo chino.
(...)
P.S._ Se ha dicho también, en algunos libros que he leído, que intervino Alfonso XIII, cerca de Blum, el ministro socialista francés que, no sé por qué, sería amigo de él o le conocía.
J. de B._ Quiñones de León, por supuesto, le conocía mucho.
P.S._ ¡Ah, sería por ahí! Rey, Quiñones, Blum.
J.deB._ Quiñones conocía muy bien a Blum, lo mismo que a Briand; eran íntimos, amigos del colegio.
P.S._ Puede entonces decirse que, vía Quiñones, Alfonso XIII intervino; influyeron también la Reina Victoria Eugenia y Don Juan en los elementos de la Marina inglesa, que hubieran hecho por José Antonio lo que se hizo por Miguel...
J. de B._ ... quien salió después, perfectamente, en esa misma forma: en un barco inglés, vestido de marinerito.
P.S._ Lo que pasa es que Miguel no estaría preso.
J. de B._ Estaba preso también, y además en la misma cárcel.
"Un reinado en la Sombra"
Pedro Sainz Rodriguez
Ed. Planeta, 1993 pp 277-278
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